Consejos para comprar un sofá cama

Los sofás cama evocaban imágenes de incómodas estancias en hoteles, fiestas de pijamas de la infancia en casa de tus abuelos, o ese famoso episodio de Seinfeld. Sin embargo, si avanzamos hasta nuestros días, no le costará encontrar opciones de sofás cama cómodos e incluso elegantes (y sí, hay opciones).

DISEÑO

Haciendo honor a su nombre, los sofás cama ofrecen lo mejor de dos mundos: tienes asientos las 24 horas del día, además de una cama incorporada. Son perfectos para todo, desde acogedoras noches de cine con tu pareja hasta para recibir a invitados. Por eso no es de extrañar que Christina Holland, directora de merchandising de Interior Define, afirme que la pandemia ha provocado un aumento de la demanda de sofás cama. «A menudo, lo que antes era un dormitorio extra se ha transformado en un despacho», explica, aludiendo al aumento de la demanda.

Tanto si perteneces a esa categoría como si simplemente quieres explorar más muebles multiusos, ten en cuenta que también tienes otras opciones: hay sofás cama, futones e incluso camas de día, que suelen utilizarse indistintamente con los sofás cama. Antes de traer uno a casa, es importante entender las diferencias entre cada uno, así como sopesar el coste, la comodidad, el tamaño y la funcionalidad (igual que harías con un sofá estándar).

Tipos de sofás cama

Un sofá cama se parece más a un sofá tradicional, y viene con un colchón incorporado (que van desde Twin a King size). Cuando está desplegado, los brazos y el respaldo del sofá actúan como un cabecero.

Ventajas: Lo más parecido a una cama de invitados, es la opción más cómoda para un uso prolongado o frecuente. Los sofás cama también tienen más variedad en cuanto a estilo y silueta.

Contras: Los sofás cama pesan mucho y son los que ocupan más espacio. Además, suelen ser más caros que los sofás estándar. Además, la transición del sofá a la cama (y viceversa) requiere esfuerzo.

Futón

Los futones se han ganado (injustamente) una mala reputación como decoración exclusiva de los dormitorios, pero hay un montón de hallazgos más maduros en el mercado. La construcción varía, pero normalmente tienen un colchón cubierto y plegable que se asienta sobre un armazón ajustable plegable en dos o tres partes.

  • Ventajas: Un futón es, sin duda, la solución más barata y más adecuada para espacios reducidos, con capacidad para una o dos personas. También son increíblemente ligeros y los más fáciles de desplegar y limpiar: puedes cambiar las fundas del futón si el original se ensucia demasiado.
  • Contras: A diferencia de los sofás cama y los sofás cama, los futones carecen de opciones de estilo y del mismo encanto de los sofás: no hay forma de disimular que se trata básicamente de un gran cojín tapizado. Suelen ser más desechables y no son los más cómodos para sentarse y dormir.

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